Bienvenidos a este rincón masónico, destinado a compartir información veraz y sucinta sobre la historia, principios, valores, organización, objetivos y actividades de nuestra noble institución.

“La Francmasonería es una institución universal, esencialmente ética, filosófica e iniciática, con una estructura fundamental constituida por un sistema educativo tradicional y simbólico; fundada en sentimientos de Fraternidad, como centro de unión para los hombres de espíritu libre y de todas las razas, nacionalidades y credos.” (Constitución y Estatutos de la Gran Logia de Los Andes)

La Francmasonería, después de siglos, sigue siendo reconocida como uno de los fenómenos sociológicos más sorprendentes de la historia, pese a ser difusos sus orígenes y siendo objeto de persecuciones y controversias antepasadas. Es, por tanto, la sociedad iniciática más exitosa y difundida en el mundo. Ha conservado el legado de antiguas escuelas de misterios y de los constructores de catedrales y castillos de la Edad Media; ha sido y sigue siendo el centro de fraternal unión en el cual convergen hombres libres y de buenas costumbres de las más variadas vertientes intelectuales y sociales.

La existencia de millones de Masones esparcidos en el mundo, quienes fieles a su secreto, ha logrado articular tradición y progreso, logrando la riqueza del saber esotérico de las sociedades discretas y la más fundamental alianza fraternal consagrada a la verdad y el bien. Junto con la conservación de principios y valores por centurias, esta red poblacional de Masones permite la universalidad de la Orden.

La Francmasonería es educativa, pues va más allá de la tradicional y simple instrucción que introduce al aprendiz conocimientos que el maestro supone por ahora verdaderos, así sean discutibles en algunas ocasiones, pero siempre este proceso formativo, fundamentalmente simbólico, enseña dignidad, honradez, amor y comprensión de la Ciencia y en especial, todos los valores que dignifican al ser humano.

Los Francmasones no somos sabios, ni moralistas, ni filósofos, ni santos. Solo aspiramos a ser hombres intrínsecamente dignos; hombres profundamente respetuosos de la persona humana que veneramos el pensamiento creador.

Los Masones somos hombres que combaten activamente la ignorancia, la pereza, la injusticia, el fanatismo, la corrupción y la violencia en todas sus formas. Predicamos con el ejemplo y nos abstenemos de todo proselitismo interesado, político partidista, religioso o de cualquier otro matiz.

La Francmasonería NO ES solo una institución, aunque sus miembros se reúnan en un lugar de trabajo denominado Logia o Taller. NO ES una religión, aunque todo masón tenga como objetivo invariable desarrollar su espiritualidad a fin de alcanzar la armonía con el Universo. NO ES un centro de brujería, satanismo o de prácticas ocultistas. NO ES atea, pues es condición que todos los masones crean, por su libre y espontánea voluntad, en un principio creador, a quien denominamos Gran Arquitecto del Universo. NO ES anticatólica, ya que tiene un principio claro de respeto hacia todas las creencias religiosas y filosóficas que aspiren a la realización y consagración del ser humano.

La Francmasonería NO ES un partido político, aunque muchos de sus miembros protagonizan o protagonizaron sucesos o movimientos políticos o sociales de mayor trascendencia en la historia de la Humanidad. NO ES una agencia de colocación de empleos, menos de tráfico de influencias. Es una Institución en la cual la filantropía siempre ha estado unida a su quehacer.

Las puertas de la Francmasonería siempre se facilitarán y se abrirán a los ciudadanos libres y de buenas costumbres que busquen el auto perfeccionamiento y la dignificación de su ser.